Internet ha conectado el mundo creando conexiones que antes no eran posibles, pero este cambio sigue en marcha. El Internet de las Cosas o IoT está llegando y va a transformar nuestra forma de vida tal como la conocemos.
Internet de las Cosas se basa en dos aspectos fundamentales. Por un lado, “cosas” (que pueden ser desde dispositivos a infraestructuras) inteligentes conectadas. Por ejemplo, sensores de detección de movimientos o de luz, un procesador de datos y una conexión a Internet. Una segunda dimensión de esta evolución son los componentes, software y servicios que hacen posible hacer esas “cosas” útiles.
Integrar dispositivos que capturan o generan información y el análisis permitirá a las empresas conocer el mejor momento para hacer una venta o promoción, agregar o reducir horas de trabajo, mejorar las entregas o incluso reaccionar de forma rápida a tendencias y factores externos. De forma que, en poco tiempo vamos a ver importantes beneficios del Internet de las Cosas para las empresas.
Todo podrá ser medido
Desde electrodomésticos, equipos de construcción, edificios o vehículos transmitirán datos y se podrán comunicar con otros objetos o personas. Así, todo podrá ser medido y rastreado todo el tiempo. Y las aplicaciones y herramientas basadas en la nube podrán analizar y traducir esos datos en información útil. Esa información será clave para tomar mejores decisiones y ayudar a conseguir mejores resultados.
Las métricas se utilizarán en tiempo real
Que el Internet de las Cosas sea capaz de crear cantidades masivas de datos que pueden ser
analizados y utilizados para tomar mejores decisiones es genial, pero va más allá. Esos datos pueden
ser analizados y usados en tiempo real, lo que significa que los datos que se recopilen, servirán
instantáneamente para realizar mejoras.
Con IoT, la información se convierte en acción a gran velocidad, permitiendo predecir problemas y
anticipar tendencias.
Los datos procesables serán compartidos
Todos los datos que se creen a través de la tecnología IoT no existirán en un vacío, sino que se
podrán compartir con compañeros de trabajo y otras partes interesadas.
La eficiencia de los sistemas, el monitoreo de la efectividad de estrategias o los resultados de
campañas es más fácil y factible cuando cuando más personas participan. La capacidad de conectar
y compartir datos permitirá trabajar conjuntamente a distintos departamentos para tomar
decisiones.
Las industrias se interconectarán
Cuanto más conectadas estén las máquinas, más conectadas estarán las personas. Los datos no se
agruparán en una única industria en particular, sino que se usará en diferentes sectores y empresas,
impulsando la innovación.
Por ejemplo, los datos de vehículos inteligentes podrán ayudar a mejorar el tráfico, ayudando a su
vez a mejorar las ciudades inteligentes, lo que puede hacer que el uso de la energía sea más
eficiente y así sucesivamente.
Estos beneficios del Internet de las Cosas para las empresas significan nuevas oportunidades de
colaboración para mejorar sus negocios.
Como se puede imaginar, son muchas las ventajas de Internet de las cosas. La mayoría están relacionadas con las posibilidades de comunicación, cooperación y actuación. No solamente entre los propios objetos sino también entre las personas y los objetos. Es como si pudiéramos comunicarnos directamente con nuestros accesorios domésticos para solicitarles servicios y asegurar que cumplan nuestros horarios y gustos.
Además, esta interconectividad supone una mayor cantidad de información. Todos los datos estarán a disposición de cualquiera a través de la nube digital. Esto nos permite disponer de análisis más exhaustivos sobre el estado y el desarrollo de cada labor o tarea. Podremos controlar tanto los tiempos como la calidad de cada trabajo realizado por nuestros objetos. Lógicamente, todo esto repercute tanto en el tiempo como en el dinero. En ambos casos se produce un significativo ahorro.